La búsqueda de la eterna juventud

Desde tiempos inmemorables se ha buscado la fuente de la juventud. Hoy, la ciencia está más cerca que nunca de encontrarla, y en este artículo veremos los acercamientos que están en desarrollo. Esperemos que en unos cuantos años, podamos gozar del fruto de estas investigaciones. 

En la actualidad existen sistemas con inteligencia artificial analizando inmensas cantidades de datos, buscando patrones entre millones de genomas de gente mayor y millones de genomas de gente joven, buscando en donde se concentran los errores, que genes controlan el envejecimiento, en donde encontramos la entropía de las células, para entonces revertirlo. 

Los telómeros y el envejecimiento

El envejecimiento, de acuerdo a los científicos, se puede considerar como entropía, un desorden molecular del sistema, un error biológico en el que la célula no se divide de forma correcta, debido a que cada vez que ocurre este proceso, los telómeros, las secuencias repetitivas de AND al final de nuestros cromosomas, se acortan, ocasionando inconsistencia en el material genético. Y con el tiempo, los telómeros se vuelven tan cortos, que la célula ya no se puede reproducir. La célula entra en senescencia, y eventualmente muere.

Todos los seres vivos están en un balance entre la entropía y el mantenimiento de las células. Por lo que el envejecimiento también es debido a una falla en el sistema de mantenimiento. 

Debido al acortamiento de los telómeros, la mayoría de las células humanas, tienen un límite alrededor de 60 divisiones. Lo que se le conoce como el límite de Hayflick.

Sin embargo, ahí está el secreto para “detener el reloj”, en Meno Park California, se ha logrado inmortalizar a las células de la piel. Se les aplicó telomerasa y las células se siguieron reproduciendo indefinidamente, deteniendo así su reloj biológico. 

¿Por qué entonces, no se ha iniciado un tratamiento a base de telomerasa en las personas? El problema está en que las células de cáncer, también usan la telomerasa en la misma forma. Estas células, son inmortales, es por eso que son tan peligrosas. No es que tengan toxinas o sean venenosas, el problema es que al vivir “para siempre” se reproducen formando tumores, y es esta cualidad lo que lo hace mortal.

Es por eso que aún no se esta usando la telomerasa para extender nuestra vida, pero las investigaciones continúan, con la esperanza de encontrar el uso seguro de esta enzima.

Opciones en genética

Otra rama de la gerontología, está estudiando la genética. Ya sabemos que el envejecimiento se debe a que en cierto punto, la division de las células genera errores, pero también mencionamos que las células tienen sus propios sistemas de reparación, por lo que se está estudiando, cómo poder acelerar este mecanismo de reparación celular a través de genes y químicos. 

Por ejemplo, se ha demostrado que si tomamos cualquier organismo del planeta, y reducimos su ingesta de calorías un 30%, estos viven un 30% más. La única especie que no ha sido deliberadamente estudiada por científicos en esto, son los humanos. El resto de las especies, obedece la regla del 30%. Hasta ahora, es el único método conocido de poder deliberadamente, extender el ciclo de vida.

Dentro de lo que se busca, es imitar este mecanismo de forma genética, sin la necesidad de pasar hambre. Aparentemente hay genes que controlan este proceso, como las Sirtuinas, siendo la “Sir2” la mas prominente de todas. Estas estimulan ciertas enzimas como el resveratrol, un poderoso antioxidante. 

Lo que nos lleva a otro factor del envejecimiento, el proceso de oxidación:

Oxidación

Una molécula pierde electrones y comienza a oxidarse, no solo ocurre en los metales, en las frutas y demás, sino que también en nuestro cuerpo.  Te invito a que leas el artículo completo sobre la oxidación y los antioxidantes aquí.

Este lado de la investigación, usa como referencia, animales que viven cientos de años más que los humanos, como las tortugas de las Galápagos, la ballena boreal o el tiburón de Groenlandia, también conocido como tiburón Boreal, que llega a vivir más de 400 años. 

Y busca controlar el proceso de oxidación, no solo a travez de antioxidantes sino también manipulando factores como la temperatura, y el desarrollo de los genes.

Conclusión

Estos estudios continúan, aún faltan piezas, pero es solo cuestión de tiempo para que nosotros, nuestros hijos o nietos, tengan la opción de detener su reloj biológico o revertir el envejecimiento. 

Si quieres saber más información, en el libro “La enzima de la eterna juventud” (“The Telomerase Revolution: The Enzyme That Holds the Key to Human Agingand Will Soon Lead to Longer, Healthier Live”) el doctor Michael Fossel nos explica a detalle, como la telomerasa será usada para extender la vida y revertir el envejecimiento. No solo examina la teoría sino las implicaciones clínicas. Tratamientos que podrían estar disponibles en la próxima década. Un libro sumamente interesante que puedes comprar en México, Estados Unidos, España. 

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